La lección de August

August es un niño muy feo. Nació con varios síndromes que, combinados, son lo peor que a nadie le podría pasar. Sus orejas son como dos coliflores o dos puños cerrados, tiene los ojos un poco más abajo de donde deberían estar, su nariz se parece a la de Voldemort y debe concentrarse para no escupir cuando mastica. August sabe que su cara es un cuadro, pero vive con ello. Qué remedio. Claro que hasta ahora lo ha llevado más o menos bien porque estudiaba en casa... pero este año va a ir al colegio. Vais a tener que leeros este libro. Estupendísimamente escrito, hilado con un humor muy fino y repleto de personajes maravillosos, cuenta una historia que sobrecoge, que duele, que hace reír, que contiene guiños y que deja una sensación de paz increíble. No es ni juvenil, ni infantil, ni adulto, es un poco de todo, un libro de esos que son para todas las edades. Está narrado por varias voces, y cada una cuenta un cachito diferente de la historia. Porque así es la vida: un mismo momento tiene mil versiones y una misma versión tiene mil verdades.