El ladrón mago

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Connwaer sabía que era un hábil ladrón. Y es que para sobrevivir en las callejuelas del barrio de Crepúsculo, más valía tener algún talento. Sin embargo, el día que el gran mago Nevery Flinglas apareció en su vida, el muchacho intuyó que si con las cerraduras y los bolsillos ajenos ya era bueno, como aprendiz de mago sería aún mejor. Era na especie de llamada que bullía en su interior, extrañamente unida al destino de la ciudad de Wellmet... y a inesperadas aventuras y peligros.